Turismo mundial y la brutal embestida de la COVID-19 (+Infografías)

05 de Abril de 2020 2:27pm
Redacción Excelencias News Panamá
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Por Jorge Coromina

El alcance y la envergadura de la actual pandemia del nuevo coronavirus pueden haber generado valoraciones iniciales que eran más optimistas de lo que son hoy. Han transcurrido cuatro semanas desde que se disparara la alarma por la Covid 19 y lo que hace 21 días parecía algo más controlado o controlable, treinta días después impone a todos la necesidad de replantearse la fisionomía del futuro.

Y especialmente en materia de viajes y turismo. No son pocos los estudios que ya han comenzado a divulgarse en los que expertos en varios campos de la comunicación, la sociología, el comercio, la economía y la “industria sin chimeneas” describen lo que debemos esperar en el futuro, un futuro que da por hecho que este será un año perdido y que a partir del 2021 la vida cambiará, y probablemente mucho.

El panorama actual del consumo, en momentos en que la crisis está en plena ebullición y el pico en la curva de la mayor cantidad de casos de coronavirus no se vislumbra hasta la primera semana de mayo, ya hay sectores que están malheridos, como la perfumería, los artículos de belleza, la ropa y el calzado de lujo, y el material de oficina, consecuencia lógica de las cuarentenas, los aislamientos sociales y el teletrabajo. 

¿Qué sectores se han visto beneficiados hasta ahora? La comida envasada y congelada, los productos de limpieza, los medicamentos y suplementos vitamínicos, y los videojuegos. 

El comercio electrónico y los nuevos canales de distribución

Si algo saldrá fortalecido a niveles sin precedentes de esta crisis generada por la Covid 19 es, sin dudas, el canal online. Además de los sitios establecidos que hoy hacen ventas por Internet, como Amazon, eBay y Alibaba, aparecerán y se consolidarán muchos más, toda vez que el incremento de la demanda será cada vez mayor.

Pero en la misma medida en que irán surgiendo nuevos canales dirigidos a los consumidores en línea, los “establecidos”, más otros que antes del inicio de esta crisis ya venían despuntando en este competitivo mercado, introducirán innovaciones en los servicios de recogidas y entregas de productos de todo tipo. 

Las grandes víctimas, a todas luces, serán las tiendas físicas, los grandes almacenes y tiendas por departamentos, quienes se reducirán drásticamente en varias partes del planeta, especialmente en aquellos países a los que la pandemia ha golpeado más y que, por coincidencia, tienen una alta cultura y demanda de consumo.

Pero aun y aquellas tiendas que consigan sobrevivir seguramente ofrecerán una nueva relación con los consumidores. La digitalización de los establecimientos con mostradores robotizados, la introducción de nuevas formas de pago o el fortalecimiento de los ya existentes, así como la posible desaparición de las mercancías a granel, pudieran ser algunos de los probables escenarios. 

Todo lo anterior traería consigo cambios importantes en las políticas de marketing. Podemos esperar una redefinición de los canales de comunicación, como las redes sociales, así como una transformación en la labor de los influencers y los “community groups”, además de variaciones importantes en las plataformas de contenidos. 

El SEO y el SEM de las plataformas online desempeñarán un papel más significativo. Y es de esperar, toda vez que la folletería “pasará” a mejor vida, teniendo un rol más activo en la preservación de las grandes extensiones boscosas que hoy se talan para producir papel. En su lugar, proliferarán, más que antes, los catálogos online, y los expertos vaticinan la creación de comunidades de consumidores y usuarios alrededor de marcas y productos.  

Las secuelas en el turismo

No es un secreto que el turismo en general está sufriendo y seguirá padeciendo con la pandemia del Covid 19, la peor que la humanidad ha enfrentado en los últimos cien años, ni siquiera comparable con la denominada “fiebre española” que acabó con la vida de decenas de miles de personas en 1918.

Los hoteles, los cruceros y la aviación comercial son los tres elementos que han sido golpeados de una manera particularmente dura. 

El coronavirus ha devastado la industria hotelera, obligando a los hoteles a tomar medidas drásticas para sobrevivir. Marriott ha dicho que ha sufrido cancelaciones a niveles sin precedentes, forzando a la compañía a despedir a miles de trabajadores. El Intercontinental Hotels Group (IHG), propietario de las marcas Holiday Inn y Crowne Plaza, entre otras, afirmó recientemente que “la demanda de habitaciones es la más baja que ha visto en toda su historia”.

Otro tanto ha sucedido en navieras y aerolíneas, plagadas por cancelaciones y suspensiones de viajes. Pero lo peor de todo, aseguran los expertos, será la prolongación del periodo de recuperación para todos ellos. 

De acuerdo a varios estudios, como los realizados por Monitor Deloitte y el Boston Consulting Group, después de haber tocado fondo en los meses de abril y mayo, la recuperación de esos tres sectores será lenta y tortuosa, con índices aún en valores negativos en el mes de diciembre y con el inicio del rebote previsto para el mes de febrero de 2021.

Y el comportamiento no será el mismo debido, en buena medida, a cómo irá recuperándose la confianza de los consumidores. Desde ahora y hasta aproximadamente febrero de 2021, los turistas preferirán el “staycation” o vacaciones en “casa”, sin correr el riesgo de hacer viajes de diez horas en un avión “atestado” de pasajeros. 

Por consiguiente, las reservas en hoteles ubicados en destinos lejanos para los principales mercados emisores sufrirán las consecuencias mientras los potenciales viajeros no sientan la mejoría de la sensación higiénica progresiva, un indicador que -aseguran los estudios- sólo comenzará a mostrar mejoría a mediados del mes de agosto de este año.

El turismo MICE, igualmente vapuleado por una avalancha de suspensiones de ferias y eventos, posiblemente comience a repuntar a partir de noviembre, pero la incertidumbre en torno a la extensión y las consecuencias de esta epidemia a escala mundial deja en entredicho esa valoración. 

Por último, resta ver cuántos hábitos y costumbres de los consumidores desaparecerán o se transformarán después de la Covid 19. De ser así, la industria tendrá que proponerse una transformación, una reinvención de sí misma y ajustarse a los nuevos tiempos que correrán cuando esta “embestida” haya cesado.

Mientras tanto, Caribbean News Digital sugiere que nos quedemos en casa y que la solución no debe sea cancelar los viajes, sino sólo posponerlos para cuando lleguen tiempos mejores. Salvémonos hoy para seguir viajando mañana.

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